Un lugar idílico para observar el cielo y disfrutar del firmamento gracias al espectáculo galáctico que nos ofrecen las noches de verano.
La lluvia de estrellas fugaces, la vía láctea, o simplemente tratar de identificar las estrellas y constelaciones más conocidas consigue que pasemos ratos muy entretenidos, románicos y emocionantes.
Si además coincidimos con algún amante de la astronomía que esté observando las estrellas con su telescopio y tenemos la suerte de que nos deje mirar, que nos cuente algunas curiosidades del firmamento o ayude a identificar astros, estrellas y constelaciones, viviremos una experiencia inolvidable.