La Ermita Románica de Santa María de Malanquilla constituye el único ejemplo de arquitectura románica de la localidad.
Está situada a escasa distancia del casco urbano. Frente al molino, en la margen opuesta de la carretera procedente de la nacional entre Calatayud y Soria, se puede acceder a pie recorriendo una distancia de menos de 100 metros.
La pequeña ermita está formada por un ábside románico y el arranque de la nave rectangular. En origen debió contar con una longitud de 20 metros de largo. Tras su abandono y el paso del tiempo no quedan restos visibles de esta parte del edificio. La construcción puede datarse entre los siglos XII y XIII.
Tras la restauración dirigida por los arquitectos Eugenia Pérez de Mezquía y Joaquín Soro López y llevada a cabo en 2015, se la ha rescatado de la ruina.
Los sillares de mejor factura corresponden a la cornisa y a los canecillos lisos donde se apoya, de los cuales sólo se conservan originales cuatro piezas de cada uno de ellos. El resto han sido reconstruidos tras la última intervención. En el centro de la cabecera se abre una ventana, un sencillo vano adintelado y aspillerado de derrame interior. En el muro norte se conservan los restos de una dependencia anexa al templo.
En el interior, a modo de zócalo, la ermita de Santa María mantiene el muro de piedravista, siendo el resto de las paredes y de la bóveda de horno revocado después de la rehabilitación del edificio.
Se conservan algunas baldosas del suelo original. Un muro y un arco de medio punto protegen el espacio interior. La ermita se cubre con techumbre cubierta con teja árabe.
Usamos cookies para asegurar que te damos la mejor experiencia en nuestra web. Si continúas usando este sitio, asumiremos que estás de acuerdo con ello.Aceptar